domingo, 8 de julio de 2018

El Gran Dictador

"El Gran dictador"


Es la razón caudillo,
gobernando dictador,
anulando la imaginación,
extorsionando el instinto
de toda voluntad.

Esclavizante poder,
cuya fuerza humillante
a las cadenas te atan,
limitando a los sentidos
extender sus alas
para volar.
Son los pensamientos
sus normas;
inhibiendo la emoción
lastran cada palpitar
del corazón.

Su egoísmo es dirigente vara,
dicta a la conciencia
la hipocresía de sus ideales;
el cinismo que mancilla
el espíritu de la libertad,
de la ternura,
de la sensualidad.

Pero siempre latente
existe esa inspiración,
liderando la independencia
de los sentimientos,
luchando contra la opresión,
y con pasión combate,
para que renazca
de la cordura,
la locura de la razón.


Fotografías

“Fotografías”


De la química

de la luz

Se obtienen,

Imágenes sobre

Un cliché imprimidas.

Una vez reveladas

Se reproducen

En papel.

Ay! Cuantas historias

En blancas celulosas

Plasmadas:

Un edificio

De paredes

Encaladas.

Un puente

Que une

dos riberas.

Un pinar

Sobre una duna

enterrada.

Unos niños

Bañándose

En una playa.

Los ojos

De una mujer

De hechizada

Mirada.

Una niña

De lindo

Rostro,

Sobre una mesa

Sentada.

Ver como

Todo se transforma,

Mientras

El tiempo pasa.

Se imaginan

Las historias.

Sobreviven

Los recuerdos.

AL observar

En un álbum

Unas fotografías.

Rutina

“Rutina”


Una tarde más el día llega a su ocaso. La rutina del día ha ido matando los momentos algunos por ahogamiento de la apatía. Otros por simple suicidio de la soledad.

Te has despertado como un autómata, realizando las mismas tareas de siempre: La ducha, tu aseo, el café. Te has vestido con monotonía. La camisa, el pantalón y los zapatos.

Has terminado y sales para el trabajo, a hacer las compras, a arreglar papeles.

De vuelta a casa: El almuerzo, el cansancio, la siesta.

Y llega otra vez el crepúsculo.

Das gracias por los momentos vividos, por los compartidos,

Por los que tienes aún por sentir.

Un día más, una noche más.



Lo mejor de mí

Una herida tengo en alma

y otra en el corazón.

Son esas que no se ven,

pero que producen

un gran desasosiego.

Que te marcan,

pero, que no dejan

huellas en la piel.

Aunque se curen;

ni el tiempo,

ni la distancia

te lo haran olvidar.

Son dolencias

de aprendizajes

y circunstancias

de la vida.


Al fin y al cabo

es un continuo

andar el camino.

Para sobrevivir

creyendo en el amor.

Pues cada paso es

una esperanza,

una fe, una ilusión

en esta lucha

del día a día.

Descubriendo

siempre de mí

lo mejor.

viernes, 6 de julio de 2018

Huracán

HURACÁN

Cómo patina el silencio,
en un descompasado mar
de inquietudes.
Golpeando incesantemente
como eco
que infinitamente reproduce
las dilatadas notas
del sonido
Y roto,
por multitud de susurros,
navega a la deriva
en los vaivenes del viento.

Trocando las olas
que, embravecidas,
lo sumergen cual suspiro,
expirando fatigoso
en sus profundidades.
Arrancando a las rocas
gemidos,
que se volatilizan
y quedan suspendidas
en el aire.

Y, arremolinado,
cabalgará  tormentoso
Qpara estrellarse
sobre la costa.

Bruta naturaleza,
que se empeña por la fuerza,
en cambiar
la irracionalidad humana.
que, desprotegida
ante tanta impotencia,
sucumbe bajo
su destructora energía.

Y el hombre, empeñado
en afrontar
tan desigual batalla,
sigue construyendo,
como en El Diluvio Universal,
su torre de Babel.
Más, la guerra está perdida,
pues él mismo
cae en el error
de usar la fuerza
y no el corazón.

lunes, 11 de junio de 2018

Refugiados






Suenan quejios, pero no de tarantas al son de las palmas y al rasgueo de una guitarra.

Son lamentos de hombres, niños

Y mujeres, que abandonan sus casas, huyendo de la pobreza,

la esclavitud, perseguidos por   la religión o ideas políticas.

Desarraigados de su familias,

de sus costumbres,

de sus tierras.

Suenan batir de olas, pero no

a pie de playa. Tumbados en unas hamacas, bajo unas sombrillas. Tomando el sol con un refresco

En la mano.

Sino sobre las quillas de cayucos,

Que sobre el mar navegan.

Con poco más 5 metros de eslora.

Cien o doscientas personas apretadas, hacinadas.

Sin aguas, ni comidas,

Con apenas las ropas que llevan puestas. Bajo un sol abrasador,

O el frío gélido de la noche.

A veces perdidos entre las aguas,

Donde a veces la parca

viene a acompañarlos.

Socorridos por voluntarios de algunas ONG. O por las patrullas

De guardias civiles o de la marina.

Logran llegar a tierras extrañas,

Donde se les atienden y se

les ayudan.

Cuando pasado un tiempo o bien se quedan o se les extraditan.

De vuelta a los países de donde vinieron.

Pero siempre habrán algunos, que esta solidaridad, estas ayudas

Y atenciones sean un despilfarro.

Que cuesta mucho mantenerlos.

Y les digo, que más te da, tu sigues sentado en tu hamaca,

Tomándote tu cerveza.

 






miércoles, 30 de mayo de 2018

Nada

"Nada"


Hoy redunda
el silencio,
tan molesta es
su existencia.
Que siento el
castañear
de los dientes
con preocupación. 

Redoblan los dedos
con nerviosismo.
Taconean mis pies
con locura.
Todo calla,
menos mi cuerpo.
Que afina el oído
para escucharte.
Pues se ha apagado
el timbre de tu voz.
Que en la distancia
el viento cada
noche me traía.
No escucho tu canto,
en las ondas que se
esparcen por el aire.
Ni la carcajadas sonoras,
que el espacio invade.

Mudo, callado,
en un sosiego,
que en el corazón
se clava cual puñal.
Donde todo era tu,
ya no queda nada.